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Elisa Bustos
May 15, 2025
No sorprende que veamos cada vez más iniciativas de los gobiernos para electrificar los vehículos. El El gobierno alemán anunció que para 2030 reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55%, instalando 1 millón de estaciones de carga de vehículos eléctricos para dar servicio a 10 millones de vehículos eléctricos, entre otras iniciativas.
Al mismo tiempo, tenemos fuentes de energía renovables que se hacen cargo del suministro de energía. Sin embargo, con algunas excepciones, hoy en día más del 50% se genera con frecuencia a través de combustibles fósiles convencionales, como el carbón y el gas.
Cuando se trata de vehículos eléctricos, el uso de energías renovables para cargarlos es la clave para que el transporte alcance un estado verdaderamente sin emisiones. Pero, ¿cómo podemos elegir el tipo de energía que consumimos y qué otras medidas podemos tomar?
En este artículo, analizaremos tres iniciativas diferentes para la reducción de las emisiones de CO2 y cómo los vehículos eléctricos son clave en su implementación.
Los impuestos al carbono son un tipo específico de impuesto impuesto por el gobierno, en el que el gobierno establece un precio que los emisores deben pagar por cada tonelada de emisiones de gases de efecto invernadero que emiten. Los impuestos se aplican tanto a las empresas como a los clientes, como motivación para cambiar de combustible o adoptar tecnologías más limpias, a fin de reducir sus emisiones y evitar pagar impuestos.
En el siguiente diagrama, podemos ver la visión global de los impuestos al carbono y los países que ya han tomado medidas para implementarlos.
Una de las principales causas de las emisiones de CO2 es el transporte. En EE. UU., un tercio de sus emisiones de gases de efecto invernadero provienen únicamente del transporte.
Departamento de Energía de EE. UU. informa que el promedio de emisiones de CO2 de un vehículo eléctrico asciende a 3,783 libras, cuando de hecho, un vehículo de gasolina tiene un nivel de emisiones de 11,435 libras. Esto es más de 3 veces lo que emite un vehículo eléctrico.
Hay varias iniciativas de los gobiernos no solo para incentivar a los consumidores a cambiarse a un automóvil eléctrico, sino también para ayudarlos a cumplir los objetivos establecidos en sus planes de cero emisiones.
Por ejemplo, las ciudades de Alemania tienen incentivos para la compra e instalación de cargadores privados para vehículos eléctricos. En Hannover, hay un incentivo de 500€ para comprar e instalar una estación de carga inteligente. Esto es un pequeño estímulo para avanzar hacia la meta principal que se han fijado de un millón de cargadores para 2030.
Está claro que los vehículos eléctricos son el camino a seguir en lo que respecta al transporte, pero ¿cómo podemos aprovechar la carga de los vehículos eléctricos para reducir aún más las emisiones de CO2?
Aquí es donde entran en juego las fuentes de energía.
Si analizamos las fuentes de energía de los Estados Unidos, vemos cinco fuentes principales: la energía nuclear, el petróleo, el gas natural, el carbón y, por último, pero no por ello menos importante, las energías renovables. Entre las energías renovables, podemos encontrar la energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica.
Aunque no parezca mucho, podemos ver en el siguiente gráfico cómo están aumentando las energías renovables. Las energías limpias del gráfico tienen cero emisiones de carbono.
Actualmente, la red eléctrica funciona con un mezcla de energías. El problema es que las empresas de servicios públicos no pueden dar acceso a fuentes de energía específicas si es necesario. Esto también conlleva problemas de infraestructura y un mantenimiento deficiente de la red. Hemos visto implementaciones residenciales de paneles solares en el que las personas no pueden utilizar toda la energía que están creando debido a la falta de infraestructura, o no pueden optar por utilizar la energía renovable disponible en lugar de los combustibles de la red eléctrica.
Cuando se trata de vehículos eléctricos, el uso de energías renovables para cargarlos es clave para que el transporte sea verdaderamente cero emisiones. Pero, ¿cómo podemos elegir el tipo de energía que consumimos? Aquí es donde entra en juego la carga inteligente.
Software de carga inteligente, como Control de amplificadores, podrá optimizar automáticamente la carga de los vehículos eléctricos para los momentos en que haya energía limpia disponible. Al utilizar datos en tiempo real, el software tiene en cuenta la hora de salida, los recursos disponibles, las condiciones climáticas y las tarifas de los servicios públicos. Esto no solo reduce los costos de carga, sino que también reduce la cantidad de emisiones de carbono.
El software de carga inteligente que prioriza la carga de energía limpia se puede aplicar no solo a áreas residenciales, sino también a grandes depósitos y operaciones de flotas eléctricas, donde el propio sitio puede tener su propia energía solar y baterías para este propósito.
Nunca debemos subestimar el poder que los consumidores tienen en sus manos. La verdad es que podemos tener los recursos renovables más limpios y las mejores tecnologías para cargar vehículos eléctricos, pero no significa nada si los consumidores no eligen cambiar su comportamiento. Hemos visto cómo en ciudades, como San Diego, ha habido un enorme aumento de los vehículos eléctricos, donde los vecinos se incentivan unos a otros. Si bien en este momento los vehículos eléctricos no son la opción más asequible, el mercado ha cambiado rápidamente y estamos viendo cómo varias empresas, como Hyundai, Chevrolet y Ford, se esfuerzan por ofrecer vehículos más asequibles a los consumidores.
Reducir nuestras emisiones de CO2 solo será posible si todos pueden tomar la decisión de generar cambios e implementar un transporte sin emisiones en su vida diaria.
Los vehículos eléctricos son una de las soluciones más importantes para reducir las emisiones de CO2. No basta con tener un vehículo eléctrico, sino que también es clave para entender de dónde proviene nuestra energía. Deberíamos tratar de priorizar el uso de energía limpia de fuentes renovables para cargar nuestros vehículos eléctricos.
El software de carga inteligente, como Ampcontrol, es ideal para optimizar la carga de vehículos eléctricos con energía limpia, ya que puede identificar las horas del día en las que hay energía limpia disponible y programar la carga para ese período de tiempo.
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