La gestión de la demanda para la carga de vehículos eléctricos se refiere a las estrategias y tecnologías desarrolladas para maximizar y controlar el consumo de energía asociado con la carga de vehículos eléctricos. Esto incluye programar la carga fuera de las horas pico, incorporar dispositivos de almacenamiento de energía para gestionar las fluctuaciones de la demanda y utilizar la carga inteligente para distribuir la carga por la red. Los objetivos son garantizar un uso constante y eficiente de los recursos eléctricos disponibles y, al mismo tiempo, reducir la demanda máxima y los costos de energía.
Un ejemplo ilustrativo de la gestión de la demanda de energía es la implementación de sistemas de carga inteligentes para vehículos eléctricos. Con el uso de la recarga inteligente, los vehículos eléctricos están configurados para cargarse cuando la demanda de electricidad es menor y los costos de energía se reducen, lo que también se conoce como horas de menor actividad. Mediante el uso de algoritmos y datos en tiempo real, combinados con los ajustes proporcionados por el operador de la flota, los sistemas inteligentes de gestión de carga pueden ajustar activamente la velocidad de carga en función de las condiciones y la disponibilidad de la red. Esto ayuda considerablemente a evitar la sobrecarga de la red y, al mismo tiempo, a optimizar el uso general de la energía. La gestión de la demanda de energía no solo ayuda a equilibrar la carga de la red, sino que también puede reducir los costos operativos para los operadores de flotas y los administradores de los sitios de carga.